Virgen del Perpetuo Socorro, Patrona de El Judío (Gibraleón)

La Virgen del Perpetuo Socorro fue tallada por el insigne escultor ayamontino Antonio León Ortega en 1968, para la pequeña aldea de El Judío, en el término municipal de Gibraleón (Huelva).

Como obra de León Ortega de Huelva, está inscrita en el catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz de manera colectiva como BIC (Bien de Interés Cultural).

Se trata de una talla muy singular, pues normalmente a la advocación del Perpetuo Socorro se le rinde culto al icono, en forma de pintura, pero rara vez podemos encontrarnos con esta advocación en forma de escultura.

Alrededor del 27 de junio, con motivo de su festividad, los vecinos de El Judío celebran una romería en honor a su Patrona, sacándola en procesión por la aldea y alrededores.

La restauración llevada a cabo se dividió en diversas fases. La primera tarea llevada a cabo fue la eliminación de la gran cantidad de depósitos de cera que presentaba la imagen, así como la limpieza mediante métodos mecánicos y químicos.

Tras el estudio de la imagen a la luz ultravioleta, y tras la realización de una serie de catas, se procedió a la eliminación de la repolicromía que la imagen presentaba en las carnaciones, tanto en la imagen de la Virgen como del Niño, así como de una gran cantidad de repintes que tenía posteriores. La policromía original, de Antonio León Ortega, era más rosada, lo cual le daba a la imagen un aspecto más fresco, dulce y aniñado.

Tras la recuperación de la policromía original, algunas zonas corrían riesgo de desprendimiento, por lo que se asentó la misma a la capa de preparación mediante el uso de una espátula térmica.

Se resanaron las grietas, especialmente aquellas que eran más pronunciadas, como la grieta del cuello y las de la peana.

Por último, se estucó la imagen en aquellas zonas que presentaba grietas, fisuras y pérdida de preparación, y se reintegró a base de pintura al agua. Una vez barnizada, se retocó con pigmentos restauro.