La talla de San Sebastián fue realizada por el escultor natural de Higuera de la Sierra, Sebastián Santos Rojas en 1941. Es una de sus obras cumbres.
Se trata de una obra de talla completa en madera de pino policromada.
La intervención se dividió en varias fases.
La primera actuación fue la limpieza. En primer lugar se realizó una limpieza mecánica y a continuación se realizó una limpieza mediante método químico. La dificultad de la limpieza radicó en tratar de no eliminar la pátina de envejecimiento propia del escultor que está realizada al agua y su restauración es bastante ardua al ser tan sumamente frágil. Del mismo modo la limpieza eliminó las manchas producidas por las gotas de agua que la imagen recibió al ser procesionada bajo la lluvia. Se retiraron también los depósitos de cera.
Los dedos de la mano derecha del Santo se rompieron en el pasado y fueron mal colocados dejando muchos restos de cola. Se procedió en primer lugar a la retirada de los restos de cola que había no solo en los dedos sino también en el tronco. Una vez limpia la mano, se procedió a la separación de los dedos y a la retirada de restos de cola en ambas uniones. Posteriormente se volvieron a colocar.
La peana presentaba una serie de grietas bastante evidentes que fueron selladas con el fin de garantizar la unión de ambos ensambles y fortalecer así la zona.
La cabeza presenta dos agujeros por los que se introducían dos tornillos para unirle el nimbo. Se realizó un nuevo sistema de cogida del nimbo en acero inoxidable. La restauración del nimbo corrió a cargo del orfebre Gustavo Larios.
Se realizó un asentamiento de la policromía para consolidarla a la capa de preparación.
Una vez limpia la imagen y resanadas las grietas, se estucaron las mismas, así como algunas pequeñas fisuras.
Enrasado el estuco se realizaron catas de color hasta dar con una tonalidad que se asemejara lo más posible a cada zona donde había perdido el color original.
Una vez seca la reintegración pictórica al agua, se barnizó la imagen. Seco el barniz, se procedió a la entonación de los colores en aquellas zonas donde la imagen había perdido policromía original a causa de la lluvia. Por último se dio una capa de barniz final.